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La creación del Espacio Isaac Salido nació bajo el sueño de crear una experiencia. El cliente, tras atravesar la puerta de la recepción, se sumerge en un lugar ajeno al espacio y al tiempo.

Infinitas sensaciones obligan a su mente a descifrar este lugar. La luz tenue, siempre cálida, alumbra como si fueran velas, dejando en penumbra detalles de decoración que parecen crear vida. Todos los objetos han sido encontrados en mercadillos, creados por nosotros mismos, y en muchos casos reinventados.

El origen para el que se crearon es diferente del que actualmente tienen en el salón. El área de maquillaje esconde un antiguo recibidor, junto a un lavabo creado en el carrito de un antiguo médico. Lámparas construidas con tuberías de cobre o sobre tablas de cortar de madera, que conviven con los muebles envejecidos tras muchas manos de pintura. Lo primero que percibe el cliente es un sentimiento de sorpresa que en poco tiempo se transformará en la necesidad de descubrir el espacio…

La recepción alberga tres espacios que exponen los productos con los que trabajamos:

Davines, nuestro compañero de viaje en el cabello, se expone en una gigante estantería blanca que llega hasta el techo creada con 10 elementos unidos, recrecidos en madera y pintados a mano, creando la sensación de una única pieza. Tuberías de pvc negras bordean la estantería mientras bombillas piramidales nacen de la tubería a modo de pequeñas farolas.

La marca Davines fundada en 1983 por la familia Bollati nació en Parma, Italia. Empezaron como un laboratorio de investigación, fabricando productos de alta calidad para el cuidado de la piel y el cabello, para renombradas empresas cosméticas de todo el mundo. Centrándose en la belleza sostenible, anima a las personas de su alrededor a cuidar de sí mismas, del entorno en el que viven y trabajan, y de las cosas que aman. Cada una de sus líneas de cuidado para el cabello, sin siliconas ni paralelos, están formuladas para un tipo de acabado o para solventar alguna anomalía.

La marca de cosmética orgánica Grown Alchemist se sujeta sobre baldas de cristal al aire, mientras que extrañamente el peso visual lo posee un mural de estantería realizado con contrachapado y envejecido con un soplete. Un árbol apoyado sobre la pared de la recepción granito y florecido artificialmente con ramas de eucalipto unen los dos grandes murales, junto con los faroles de hierro antiguo oxidado y los pilares de revistas de decoración.

Para Grown Alchemist, existe una conexión biológica, química y fisiológica entre la belleza y la salud. Sobre esa teoría, los hermanos Jeremy y Keston Muijs fundaron su firma Grown Alchemist. La filosofía de esta marca orgánica, de origen australiano, se basa en tratamientos de belleza para cara y cuerpo, que se dividen en tres fases: limpiar, desintoxicar y activar.

La marca de maquillaje neoyorkina Kevyn Aucoin parece elevarse del suelo de la recepción en una estantería realizada con tuberías de cobre con la forma de las espalderas de un antiguo gimnasio. Es justo la forma extrañamente colgada, tan alejada del suelo y tan cercana al techo, lo que crea de ella una pieza especial.

Kevyn Aucoin ha sido el maquillador más influyente de la industria de la belleza según el New York Times. Su línea creada con extractos naturales se compone de productos únicos, innovadores y de tonalidades clásicas que se mezclan sin problemas con la piel porque su lema fue siempre destacar la belleza natural de la mujer sin importar sus características físicas.

Tres áreas de consulta, en tres alturas distintas son las que el cliente utiliza para espera, tomarse un vino o trabajar con su ordenador. La mas cercana a la ventana, está creada con un tablón de madera barnizado y acabado con listones de hierro, dos butacas suecas de Bruno Matsson junto a dos taburetes de regia negros. Sin embargo, es una pieza en mármol blanco el elemento que protagoniza la pequeña barra realizada en obra, un espejo vintage antiguo y un cisne coronado y cortado por la mitad otorgan el broche de fantasía de este área.

Una estructura de hierro alberga la recepción el el café, adorado con vegetación y cortinas en terciopelo hacen que este elemento consigo atraer un protagonismo especial a pesar de la potente fuerza creativa de todo el área. En su interior, Jaime y Nano atienden la agenda de clientes y los recepcionan en su llegada, guardan su abrigo en un armarios realizado con viejas persianas de madera de balcones madrileño y un office completamente equipado, en el que pueden disfrutar de un pequeña carta de bebidas y piscolabis vegano.