Mi primer contacto realmente importante con el mundo de maquillaje fueLisboa. Como ya muchos saben, soy un enamorado de Portugal y fue ésta ciudad la que me dio la oportunidad de trabajar para Yves Saint LaurentMake Up, viajando para la creación de eventos y formación de producto. Fue una experiencia realmente maravillosa y siempre sentiré una gran debilidad por la marca.
Sin embargo, no me siento capaz de hablar de maquillaje sin mencionar al que ha sido desde mi adolescencia un icono indiscutible: Tom Ford y su modo de entender la moda. Desde sus inicios, consiguió romper como director de grandes firmas de alta costura. Recuerdo las palabras de su socio Domenico De Sole “cuando Tom llegó a Gucci todo era marrón, redondo y blando; cuando él salió todo era negro, cuadrado y duro.”
La revista Vogue ha definido las creaciones de Tom Ford como un oasis de belleza suprema. “Diseños que beben de una estética en clara influencia sobre la década de los setenta pero que bajo su batuta rezuman una sexualidad magnética.”
Con esta producción quiero rendir homenaje a Tom Ford, para quien “no hay un accesorio más sofisticado que unos labios perfectos. Son el foco de nuestro rostro y tienen el poder de definir el look completo de una mujer”.
Share On