“¡Enseña tus huesos! ¡quiero ver esos huesos de oro!”
(Richard Avedon, durante una sesión con Machado)
En esta ocasión, deseamos mostraros una de la miles de fuentes de inspiración que pasan por nuestra mente. En cualquier momento puede aparecer alguna imagen, una manera de llevar la ropa, un movimiento o simplemente una postura. Existen instantes que si se pudieran congelar estoy seguro de que se convertirían en arte.
Sin embargo, existen personas que no necesitan que la suerte les sonría. No les hace falta estar en el lugar y en el momento oportuno. Son personas que parecen transportar constantemente esos momentos de fascinación a largo de su vida. Bellezas icónicas y transgresoras que nunca pasan desapercibidas para la mirada de un fotógrafo. Personas que por su físico y su carácter nacen con el destino de situarlas donde deben estar, en las portadas de las de las mejores revistas.
Un ejemplo es China Machado, la primera modelo no caucásica que ocupó la portada de una revista de moda estadounidense. Hija de banqueros portugueses, nacida en Shanghái y exiliada a Argentina y Perú. Su belleza conquistó a Dominguín y a Richard Avedon. Este la convertiría en Nueva York en musa e icono del ‘glamour’.
Fue Richard Avedon responsable de se haya convertido en un icono de belleza femenina intemporal. China Machado contó que él fue la primera persona que le tomo una foto. “Me vio con Diana Vreeland el día después a mi llegada a Nueva York” relataba la modelo.
Era noviembre de 1958, y fue durante una sesión de fotos en la que Avedon la inmortalizó con un cigarrillo entre sus dedos. “No sabía que hacer cuando llegué al set. No paraba de decirme: ¡enseña tus huesos! ¡quiero ver esos huesos de oro!”, confiesa. “Siempre me encantó el modo en el que Dick hablaba de mis huesos. Porque a fin de cuentas, es ahí donde reside mi estilo. En mis huesos”.
A los 19 años trabajaba como azafata aérea y fue en Lima donde conoció a Luis Miguel Dominguín, quien cayó fascinado al verla en un restaurante. ¿Quién era la flaca muchacha de cabellos negros con un mechón blanco y ojos rasgados? Dos días después se la llevó con él.
“Me fugué y caí en una vida que no imaginaba. Empecé a conocer gente de la que solo había leído u oído hablar, que nunca pensé que trataría. No estaba preparada, era una chiquilla. Crecí pensando que me haría mayor, me casaría y tendría hijos. Eso sería todo, no imaginaba que viajaría por todo el mundo y conocería a tanta gente” cuenta China Machado.
El apuesto matador era reverenciado allá donde fuera. La leyenda cuenta que ella le curó las heridas de una cogida en Venezuela. “Nunca había ido a los toros hasta entonces. De repente descubrí la emoción y la tradición. Y cuando una está enamorada, lo que hace tu pareja te parece lo más fabuloso del mundo. Entrábamos en un restaurante y se hacía el silencio, todo el mundo se ponía en pie y aplaudía. Era como estar con un dios”, recuerda.
El torero la llevó después a España donde se sintió condenada al ostracismo. Aún le cuesta hablar de ello. No conocía a nadie. Tuvo una gélida acogida. “Fue muy duro, no les gustaba. Corrían los años cincuenta, la España de entonces era tremenda. Pero no me arrepiento, fue una experiencia, el primer gran amor de mi vida”, dice. Al final Dominguín marchó con Ava Gardner.
Algunos de los adjetivos con los que se la describieron fueron “la dama exótica”, “icono de glamour” y “rostro en forma de corazón”. Sea como fuese, su elegancia era sorprendentemente cálida y vital. Es sin lugar a duda un ejemplo de inspiración atemporal y pionera tras convertirse en la imagen de la mujer no caucásica en las mejores revistas. La belleza no tiene fronteras ni límites y el mundo seguirá creciendo siempre que existan personas que muestren ante los ojos de los demás la infinidad de los cánones de belleza que existen, que el arte no entiende de reglas ni formulas.
“¡Mira, siempre he pensado que si se abre una puerta, ¡más vale que entres bailando!“
China Machado (1929-2016)
Estamos en: C/ Claudio Coello 79, 28001 Madrid
Para concertar una cita o solicitar una consulta gratuita,
llámanos al 91 576 21 75.
Lunes a Viernes de 10:00h a 20:00h
Sábado de 10:00h a 14:00h
Share On