"Ellos, los cuadros, viajan, atesoran complicidades, relaciones inesperadas. Allá donde se apoyan resultan ventana, o puerta, o espejo e incluso muro, geografía. El que mira, construye, redefine, bosqueja, ata cabos, o, en el mejor de los casos, los desata. La obra, que también nos mira, interrogándonos, traza un puente, una distancia hecha de tiempo y espacio, un instante sostenido, que a su vez, sostiene, Se despiertan, recuerdos, afinidades, sueños.Ellos, los cuadros, son inexplicables, incluso (y sobre todo) para quien los hizo. Surgen, inevitables. E inevitablemente se muestran sin más, y sin menos, como quien se expone al sol, pero también y con la misma ilusión, a la lluvia o a la nieve.Exponer es exponerse, y por tanto, arriesgar.Exponer es mostrar, no explicar, y por tanto, y sin más preámbulos, sutilmente, desaparecer."ROCIO MAGARZO